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Tres son multitud 20 страница

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Suspirй, y despuйs gruсн cuando el suspiro me araсу la garganta. Estaba dando demasiada importancia a la historia. Romeo no hubiera cambiado de idea. Йsa es la razуn por la cual la gente todavнa recuerda su nombre, siempre emparejado con el de ella: Romeo y Julieta. Y йse tambiйn es el motivo de que se la considere una buena historia. «Julieta se conforma con Paris» nunca habrнa sido un йxito.

Cerrй los ojos y me dejй ir de nuevo. Permitн a mi mente que vagara lejos de esa estъpida obra de teatro en la que no querнa volver a pensar, y en vez de eso regresй a la realidad para cavilar sobre el necio error de los saltos de acantilado; y no sуlo el acantilado, sino tambiйn las motos y mi comportamiento alocado a lo Evel Knievel[2]. їQuй habrнa ocurrido de haberme pasado algo malo? їQuй habrнa supuesto eso para Charlie? El repentino ataque al corazуn de Harry me habнa puesto las cosas en perspectiva. Una perspectiva que yo no querнa afrontar porque significaba que tendrнa que cambiar mis costumbres. їPodrнa vivir asн?

Tal vez. No iba a ser fбcil; de hecho, serнa triste de verdad el abandonar mis alucinaciones para intentar madurar, pero quizб deberнa hacerlo. Incluso podrнa llegar a conseguirlo. Si tuviera a Jacob.

No podнa tomar esa decisiуn justo en ese momento. Dolнa demasiado. Tendrнa que pensar en otra cosa.

Mientras me esforzaba en encontrar algo agradable en lo que pensar, le estuve dando vueltas a las imбgenes del atolondrado comportamiento de la tarde: la sensaciуn del aire en la cara al caer, la negrura del agua, la succiуn de la corriente, el rostro de Edward —me demorй en ella durante un buen rato—, las cбlidas manos de Jacob mientras intentaba devolverme a la vida, la lluvia que nos atacaba desde las nubes pъrpuras como miles de aguijones, la extraсa llama entre las olas...

Recordй la llama de color sobre las aguas con un cierto sentimiento de familiaridad. Desde luego, no podнa ser fuego de verdad...

El chapoteo de un coche en la carretera enlodada cortу el hilo de mis pensamientos. Oн cуmo frenaba delante de la casa y tambiйn el estrйpito de puertas que se abrнan y cerraban. Pensй que debнa sentarme y despuйs decidн pasar de la idea.

Era fбcil identificar la voz de Billy, aunque hablу en voz baja, algo poco habitual en йl, por lo que quedу reducida a un gruсido grave.

Se abriу la puerta y alguien encendiу la luz. Parpadeй, momentбneamente cegada. Jake se despertу sobresaltado, jadeando mientras se incorporaba de un salto.

—Lo siento —refunfuсу Billy—. їOs hemos despertado?

Mis ojos enfocaron lentamente su rostro y despuйs, cuando pude interpretar su expresiуn, se llenaron de lбgrimas.

—ЎOh, no, Billy! —gemн.

El aludido asintiу con un gesto lento. Tenнa el rostro endurecido por la pena. Jake se acercу presuroso a su padre y le tomу de la mano. La pena le rejuveneciу hasta conferir a su rostro un aspecto repentinamente aniсado, lo cual resultaba una extraсa culminaciуn a su cuerpo de hombre.

Sam se hallaba detrбs de Billy. Empujу la silla para que cruzara la puerta. La angustia habнa reemplazado a la habitual compostura de su cara.

—Cuбnto lo siento —murmurй.

Billy asintiу.

—Va a ser muy duro para todos.

—їDуnde estб Charlie?

—Tu padre se ha quedado con Sue en el hospital. Hay una gran cantidad... de disposiciones que tomar.

Traguй con dificultad.

—Serб mejor que vuelva allн —murmurу Sam entre dientes; luego, saliу precipitadamente por la puerta.

Billy retirу su mano de la de Jacob y despuйs atravesу la habitaciуn en direcciуn a la cocina.

Jake le mirу durante un minuto y despuйs vino a sentarse en el suelo, a mi lado. Ocultу el rostro entre las manos. Le acariciй el hombro, deseando que se me ocurriera algo que pudiera decirle.

Despuйs de un buen rato, Jacob me tomу la mano y la sostuvo contra su cara.

—їQuй tal estбs? їTe encuentras bien? Probablemente deberнa haberte llevado a un mйdico o algo asн —suspirу.

—No te preocupes por mн —soltй con voz ronca.

Girу el rostro para mirarme. Sus ojos estaban ribeteados de rojo.

—No tienes muy buen aspecto.

—Supongo que tampoco me encuentro demasiado bien.

—Irй a buscar tu coche para llevarte a casa; deberнas estar allн cuando Charlie regrese.

—De acuerdo.

Me quedй tumbada, apбtica, en el sofб mientras le esperaba. Billy permanecнa en silencio en la otra habitaciуn. Me sentнa como una mirona que escudriсaba una pena privada y ajena.

Jacob no necesitу mucho tiempo para traer mi coche. El rugido del motor rompiу el silencio antes de lo esperado. Me ayudу a levantarme del sofб sin decir una palabra, manteniendo su brazo alrededor de mis hombros mientras el aire frнo del exterior me hacнa temblar. Se acomodу en el asiento del conductor sin preguntarme y a continuaciуn me empujу hacia su lado para mantener su brazo apretado a mi alrededor. Dejй caer la cabeza sobre su pecho.

—їCуmo vas a volver a casa? —le preguntй.

—Es que no voy a volver. Todavнa no hemos atrapado a la chupasangre, їrecuerdas?

El estremecimiento que sentн no tuvo nada que ver con el frнo. Despuйs fue un viaje tranquilo. El aire helado me habнa avivado. Me sentнa alerta, con la mente trabajando deprisa y con intensidad.

їQuй pasarнa? їCuбl era la opciуn acertada? Ahora era incapaz de concebir mi vida sin Jacob. Me encogнa ante la idea de siquiera imaginarlo. De algъn modo, йl se habнa convertido en una parte esencial de mi supervivencia, pero dejar las cosas en su estado actual... eso era una crueldad, tal y como Mike me Habнa echado en cara.

Recordй mi viejo deseo de que Jacob fuera mi hermano. Me daba cuenta ahora de que lo que querнa realmente era tener algъn derecho sobre йl. La manera en la que йl me abrazaba no parecнa muy fraternal. Simplemente era agradable, cбlido, familiar y reconfortante. Seguro. Jacob era un puerto seguro.

Podнa reclamar ese derecho, estaba realmente en mis manos.

Era consciente de que iba a tener que contбrselo todo. No habнa otra forma de ser legal con йl. Tendrнa que explicбrselo bien para que supiera que yo no me estaba conformando, que le consideraba algo realmente bueno para mн. Йl ya sabнa que me sentнa rota por dentro —esa parte no le sorprenderнa—, pero tenнa que revelarle hasta quй punto era asн, incluso habrнa de admitir mi locura y explicarle lo de las voces. Jake tendrнa que saberlo todo antes de tomar una decisiуn.

Sin embargo, aunque yo reconocнa esa necesidad, tambiйn era consciente de que йl querrнa estar conmigo a pesar de todo, ni siquiera se detendrнa a considerarlo.

Tendrнa que comprometerme, entregar todo lo que quedaba de mн, cada pedazo roto. Era la ъnica manera de ser justa con йl. їLo harнa? їPodrнa hacerlo?

їDe verdad estaba tan mal que intentara hacer feliz a Jacob? Incluso si el amor que sentнa por йl no fuera mбs que un eco dйbil del que era capaz de sentir, aunque mi corazуn se encontrara lejos y ausente, malherido por mi voluble Romeo, їtan malo era?

Jacob detuvo el coche enfrente de mi casa, que estaba a oscuras, y apagу el motor; de pronto, reinу el silencio. Como tantas otras veces, йl parecнa estar en consonancia con mis pensamientos de ese momento.

Me abrazу y me estrechу contra su pecho, envolviйndome con su cuerpo. De nuevo, esto me hizo sentir bien. Era casi como ser otra vez una persona completa.

Creн que pensaba en Harry, pero entonces hablу y su tono de voz era de disculpa.

—Perdona. Sй que mis sentimientos y los tuyos no son los mismos, Bella, pero te juro que no importa. Me alegro tanto de que te encuentres bien que tengo ganas de cantar, y eso, desde luego, es algo que a nadie le gustarнa escuchar.

Se riу con su risa gutural en mi oнdo.

Mi respiraciуn pareciу lijar las paredes de mi garganta hasta excavar un agujero.

A pesar de su indiferencia y teniendo en cuenta las circunstancias, їno desearнa Edward que yo fuera lo mбs feliz posible? їNo le quedarнa suficiente afecto como para querer esto para mн? Pensй que serнa asн. No, no me echarнa en cara que concediera a mi amigo Jacob una pequeсa parte del amor que йl no querнa. Despuйs de todo, no era la misma clase de amor, en absoluto.

Jake presionу su mejilla cбlida contra la parte superior de mi cabeza.

Sabнa sin lugar a dudas quй sucederнa si ladeaba el rostro y presionaba mis labios contra su hombro desnudo... Serнa muy fбcil. No habrнa necesidad de explicaciones esta noche.

Pero їserнa capaz de hacerlo? їPodrнa traicionar a mi amado ausente para salvar mi patйtica vida?

Las mariposas asaltaron mi estуmago mientras pensaba si volvнa o no el rostro.

Entonces, con la misma claridad que si me hubiera puesto en riesgo inmediato, la voz aterciopelada de Edward me susurrу al oнdo: Sй feliz.

Me quedй helada.

Jacob sintiу cуmo me ponнa rнgida, me soltу de forma automбtica y se volviу para abrir la puerta.

Espera, me hubiera gustado decirle. Sуlo un momento. Pero seguн paralizada en mi asiento, escuchando el eco de la voz de Edward en mi mente.

De pronto, entrу en el coche un soplo de aire, frнo como el de una tormenta.

—ЎArg! —Jacob espirу con fuerza, como si alguien le hubiera golpeado en la barriga—. ЎVaya mierda!

Cerrу la puerta de golpe al tiempo que giraba la llave del encendido. Le temblaban tanto las manos que yo no sabнa cуmo se las iba a arreglar para hacerlo.

—їQuй ocurre?

Acelerу demasiado rбpido, asн que el motor petardeу y se calу.

—Vampiro —espetу.

La sangre huyу de mi cabeza, por lo que me sentн mareada.

—їCуmo lo sabes?

—ЎPorque puedo olerlo! ЎMaldita sea!

Los ojos de Jacob brillaban salvajes mientras rastreaba la calle oscura. No parecнa consciente de los temblores que recorrнan su cuerpo.

—їEntro en fase o la saco de aquн antes? —murmurу para sн mismo.

Me mirу durante una fracciуn de segundo, tiempo suficiente para percatarse de mis ojos dilatados por el terror y mi pбlida faz; despuйs, se volviу para rastrear la calle otra vez.

—De acuerdo. Primero te saco de aquн.

El motor arrancу con un rugido. Las cubiertas chirriaron mientras le daba la vuelta al coche para girar hacia nuestra ъnica ruta de escape. Las luces delanteras barrieron el pavimento e iluminaron la lнnea frontal del bosque oscuro, y finalmente se reflejaron en un coche aparcado al otro lado de la calle, donde estaba mi casa.

—ЎFrena! —jadeй.

Conocнa ese vehнculo negro, yo, que era el polo opuesto a un aficionado a los coches, podнa decirlo todo sobre ese vehнculo en particular. Era un Mercedes S55 AMG. Sabнa de memoria cuбntos caballos de potencia tenнa y el color de la tapicerнa. Conocнa la sensaciуn de ese motor potente susurrando a travйs de la carrocerнa. Habнa sentido el olor delicioso de los asientos de cuero y el modo en que los cristales tintados hacнan que un mediodнa pareciera un atardecer.

Era el coche de Carlisle.

—ЎFrena! —gritй otra vez, y mбs fuerte, porque Jacob estaba haciendo correr el coche calle abajo.

—ЎїQuй?!

—No es Victoria. ЎPara, para! Quiero volver.

Pisу con tal fuerza el freno que tuve que sujetarme para no darme un golpe contra el salpicadero.

—їQuй? —me preguntу de nuevo, aterrado. Me miraba con el horror reflejado en los ojos.

—ЎEs el coche de Carlisle! Son los Cullen. Lo sй.

Vio despertar en mн la esperanza y un temblor violento le sacudiу el cuerpo.

—ЎEh, cбlmate, Jake! Todo va bien. No hay peligro, їves? Relбjate.

—Sн, relбjate —resollу mientras agachaba la cabeza y cerraba los ojos. Mientras se concentraba para no transformarse en un lobo, observй el coche negro a travйs del cristal trasero.

Sуlo puede ser Carlisle,me dije a mн misma. No esperes otra cosa. Quizбs Esme... Para ya, dije para mis adentros. Serнa Carlisle a lo sumo. Mбs de lo que yo hubiera pensado que podrнa volver a tener.

—Hay un vampiro en tu casa —mascullу Jacob—. їY tъ quieres regresar?

Apartй la vista del Mercedes a regaсadientes, aterrorizada de que pudiera desaparecer si le quitaba los ojos de encima un segundo, y le mirй a йl para contestarle con voz inexpresiva ante la sorpresa con que me habнa formulado la pregunta:

—Por supuesto.

Por supuesto que querнa volver.

El rostro de Jacob se endureciу hasta convertirse en la mбscara de amargura que yo habнa dado por desaparecida. Antes de que tuviera tiempo de ajustбrsela, atisbй cуmo flameaba en sus ojos el impacto causado por mi traiciуn. Le seguнan temblando las manos. Parecнa diez aсos mayor que yo.

Inspirу profundamente.

—їEstбs segura de que no es una trampa? —me preguntу lentamente, con voz severa.

—No es una trampa, es Carlisle. ЎLlйvame de vuelta!

Un estremecimiento hizo ondular los amplios hombros de Jacob, pero sus ojos continuaron inexpresivos y vacнos de emociуn.

—No.

—Jake, todo va bien...

—No. Vuelve tъ sola, Bella —su voz restallу y me estremecн cuando el sonido me golpeу. Su mandнbula se tensaba y relajaba sin cesar.

—No es como...

—He de hablar con Sam ahora mismo. Esto cambia las cosas. No nos pueden capturar en su territorio.

—ЎJake, esto no es una guerra!

No me escuchу. Dejу el cambio de marchas en punto muerto y saliу por la puerta de un salto, abandonando el coche con el motor encendido.

—Adiуs, Bella —se despidiу sin volverse—. Espero que no mueras, de verdad.

Echу a correr en medio de la noche. Temblaba con tal virulencia que su forma pareciу difuminarse. Desapareciу antes de que yo pudiera abrir la boca para llamarle y pedirle que volviera.

El remordimiento me inmovilizу contra el asiento durante un minuto interminable. їQuй le acababa de hacer a Jacob?

Pero el remordimiento no me durу mucho rato.

Me deslicй del asiento del copiloto al del conductor y me puse al volante. Las manos me temblaban casi tanto como las de Jacob. Necesitй otro minuto para concentrarme. Entonces, con cuidado, di media vuelta y conduje de regreso a mi casa.

Reinу una oscuridad absoluta en cuanto apaguй las luces del coche. Charlie se habнa marchado con tanta prisa que se habнa olvidado de dejar encendida la lбmpara del porche. Sentн una punzada de duda al mirar hacia la casa, sumergida en las sombras. їQuй ocurrirнa si esto resultara ser realmente una trampa?

Volvн la vista atrбs, hacia el coche negro, casi invisible en la noche. No. Conocнa aquel coche de verdad.

Sin embargo, cuando alcй la mano para recoger la llave que se encontraba en la parte superior de la puerta, las manos me temblaban aъn mбs que antes. El pomo girу fбcilmente cuando lo movн para abrir. El vestнbulo estaba en tinieblas.

Hubiera querido saludar en voz alta, pero tenнa la garganta demasiado seca. Apenas parecнa capaz de respirar.

Me adentrй un paso en la casa y manoteй en busca del interruptor. Estaba tan oscuro como el agua negra... Pero їdуnde se encontraba?

Todo estaba negro, igual que el agua negra en la que una llama anaranjada brillaba de forma imposible. Una llama que no podнa ser un fuego, pero en ese caso, їquй podнa ser...? Tanteй la pared con los dedos temblorosos, intentando encender la luz...

De pronto, empezaron a resonar en mi mente las palabras que Jacob habнa dicho esa tarde hasta sumergirme en ellas... Victoria se arrojу al agua, y los chupasangres tienen allн mбs ventaja. Por eso volvн corriendo a casa. Temнa que a nado duplicara la velocidad con la que se movнa a pie, y que regresara...

La mano se me quedу helada en plena bъsqueda, al igual que el resto del cuerpo, cuando comprendн quй era ese extraсo color naranja en el agua...

... el cabello de Victoria, del mismo color que el fuego, que flameaba suelto con el viento...

Ella habнa estado en el espigуn con Jacob y conmigo. Si Sam no hubiera estado allн, si sуlo hubiйramos estado nosotros dos... Era incapaz de respirar o de moverme.

La luz se encendiу, a pesar de que mi mano helada aъn no habнaencontrado el interruptor.

Parpadeй bajo la luminosidad repentina y vi que alguien estaba allн, aguardбndome.

La visita

Mi visitante esperу en el centro del vestнbulo, hermosa hasta lo increнble, pбlida y absolutamente inmуvil, sin apartar sus penetrantes ojazos negros de mi rostro.

Me temblaron las rodillas durante un segundo y estuve a punte de caerme. Despuйs, me arrojй sobre ella.

—ЎAlice!, ЎOh, Alice! —gimoteй mientras colisionaba contra su cuerpo.

Habнa olvidado lo dura que era; como correr de cabeza hacia una pared de cemento.

—їBella? —habнa una extraсa mezcla de alivio y confusiуn en su voz.

La rodeй con los brazos e inspirй para inhalar al mбximo el olor de su piel; no se parecнa a ningъn otro, no era floral ni especiado ni cнtrico ni almizclado. Ningъn perfume en el mundo podнa comparбrsele. Mi memoria no le habнa hecho justicia en absoluto.

No me di cuenta del momento en que el jadeo se transformу en otra cosa; sуlo fui consciente de estar sollozando cuando Alice me llevу hacia el sofб del salуn y me acomodу en su regazo. Era como intentar acurrucarse en una piedra frнa, pero una piedra que se amoldaba confortablemente a la forma de mi cuerpo. Me acariciу la espalda a un ritmo dulce, a la espera de que recobrara el control de mi persona.

—Lo... siento —balbuceй—. ЎEs sуlo... que estoy tan feliz... de verte!

—Estб bien, Bella. Todo va bien.

—Sн —sollocй; y por una vez me pareciу que asн era.

Alice suspirу.

—Habнa olvidado lo efusiva que eres —comentу con cierto tono de desaprobaciуn en la voz.

Levantй la vista y la mirй con los ojos anegados de lбgrimas. Alice tenнa el cuello rнgido e intentaba apartarlo de mн al tiempo que apretaba los labios firmemente. Los ojos se le habнan vuelto oscuros como la brea.

—ЎOh! —bufй al percatarme del problema. Estaba sedienta y yo olнa de un modo apetecible. Habнa llovido mucho desde la ъltima vez que habнa tenido que preocuparme de esas cosas—. Lo siento.

—Es culpa mнa. Ha pasado ya mucho tiempo desde que salн de caza. No deberнa permitirme estar tan sedienta, pero hoy tenнa mucha prisa —me dirigiу una mirada deslumbrante—. Y hablando del tema, їpodrнas explicarme cуmo es que estбs viva?

Su pregunta me devolviу a la realidad y cesaron los sollozos. Me di cuenta de quй habнa pasado y cuбl era la razуn de que Alice estuviera aquн.

Traguй saliva de forma audible.

—Me viste caer.

—No —negу con los ojos entrecerrados—. Te vi saltar.

Apretй los labios mientras pensaba en una explicaciуn que no pareciera una chifladura.

Alice sacudiу la cabeza.

—Le dije que esto terminarнa ocurriendo, pero no me creyу. «Bella me lo prometiу» —remedу su voz tan perfectamente que me estremecн por el impacto mientras el dolor se deslizaba por mi pecho—. «Ni se te ocurra seguir mirando en su futuro» —continъo ella, imitбndolo—. «Ya le hemoshecho bastante daсo.»

»Pero dejar de mirar no significa que se deje de ver —prosiguiу—. Te juro que no te vigilaba, Bella. Es sуlo que estoy ya en sintonнa contigo, y no me lo pensй dos vecescuando te vi saltar, me metн en el aviуn. Sabнa que serнa demasiado tarde, pero no podнa quedarme sin hacer nada. Asн que me plantй aquн conla esperanza de que tal vez podrнa ayudar a Charlie de algъn modo y vas tъ y llegas... —sacudiу la cabeza, esta vez confusa. Se le notaba la tensiуn en la voz—. Te vi caer en el agua, y esperй y esperй a ver si salнas, pero no fue asн. їQuй pasу? їY cуmo has podido hacerle a Charlie una cosa asн? їNo te paraste a pensar el daсo que esto le causarнa? їY a mi hermano? їPuedes hacerte una idea de lo que Edward...?

La atajй en cuanto pronunciу su nombre. La habrнa dejado continuar, incluso despuйs de darme cuenta del malentendido en el que ella se encontraba, sуlo por oнr el perfecto tono acampanado de su voz, pero era hora de interrumpirla.

—Alice, yo no intentaba suicidarme.

Ella me mirу, dubitativa.

—Entonces, Ўїme estбs diciendo que no estabas saltando desde un acantilado?!

—No, pero... —hice una mueca—. Era sуlo por diversiуn.

Su expresiуn se endureciу.

—Habнa visto saltar a algunos amigos de Jacob —insistн—, Parecнa... divertido, y como me aburrнa...

Ella esperу.

—No se me ocurriу pensar que la tormenta afectarнa a las corrientes. En realidad, no pensй mucho en el agua —Alice no se lo tragу. Vi con absoluta claridad que ella seguнa creyendo que habнa intentado suicidarme. Decidн dirigirla en otra direcciуn—. Pero si me viste allн, їcуmo es que no viste a Jacob?

Ladeу la cabeza, distraнda, y yo continuй:

—Es verdad que posiblemente me habrнa ahogado si Jacob no hubiera saltado detrбs de mн. Bien, de acuerdo, no era cuestiуn de probabilidades, me hubiera ahogado seguro, pero locierto es que Jake me sacу del agua y supongo que me arrastrу hasta la playa, de esa parte no me acuerdo. Quizбs estuviera mбs de un minuto debajo del agua hasta que el me atrapу. їPor quй no viste eso?

Ella torciу el gesto con perplejidad.

—їTe sacу alguien?

—Sн. Jacob me salvу.

La mirй con curiosidad mientras una serie de pensamientos enigmбticos pasaban fugazmente por su rostro. Algo le habнa molestado... їQue su visiуn hubiera sido imperfecta? No estaba segura. Entonces, ella se inclinу de modo deliberado y me olisqueу el hombro.

Me quedй helada.

—No seas ridнcula —murmurу al tiempo que me olfateaba un poco mбs.

—їQuй haces?

Ignorу mi pregunta.

—їQuiйn te acompaсaba en la calle hace un rato? Daba la impresiуn de que estabais discutiendo.

—Jacob Black. Es... mi mejor amigo, o algo asн. Al menos, lo era... —cruzу por mi mente la imagen del rostro enfadado y traicionado de Jacob; me preguntй quй serнamos el uno para el otro a partir de ahora.

Alice asintiу y pareciу preocupada.

—їQuй?

—No lo sй —comentу—. No estoy segura de lo que pueda significar.

—Bueno, al menos, no estoy muerta.

Ella puso los ojos en blanco.

—Se comportу como un necio al pensar que podrнas sobrevivir sola. Nunca he conocido a nadie tan dispuesto a jugarse la vida estъpidamente.

—Sobrevivн —seсalй.

Ella estaba pensando en algo mбs.

—Bueno, si las corrientes eran demasiado fuertes para ti, їcуmo se las arreglу Jacob?

—Es... fuerte.

Alice enarcу las cejas al percibir una nota de renuencia en mi voz.

Me mordн el labio durante un segundo. їEra o no era un secreto? Y si lo era, entonces, їa quien se debнa mi lealtad? їA Jacob o a Alice?

Quй difнcil es guardar un secreto, pensй. Si Jacob lo sabнa todo, їpor quй no Alice?

—Mira, йl es... algo asн como un hombre lobo —admitн de forma atropellada—. Los quileutes se transforman en lobos cuando hay vampiros cerca. Ellos conocen a Carlisle desde hace muchнsimo tiempo. їEstabas ya con Carlisle en aquella йpoca?

Alice se me quedу mirando boquiabierta durante un momento y despuйs se recuperу, parpadeando rбpidamente.

—Bien, eso explica el olor —murmurу ella—, pero їtambiйn justifica el hecho de que no le viera? —puso cara de pocos amigos y su frente de porcelana se arrugу.

—їEl olor? —repetн.

—Hueles fatal —explicу ella de forma ausente, todavнa con gesto de contrariedad—. їUn licбntropo? їEstбs segura de eso?

—Muy segura —le prometн; hice un gesto de dolor al recordar la pelea de Paul y Jacob en el camino—. Tengo la sensaciуn de que no estabas aъn con Carlisle la ъltima vez que hubo licбntropos aquн, en Forks.

—No, no nos habнamos encontrado todavнa —Alice seguнa perdida en sus pensamientos. Repentinamente se le dilataron los ojos y se volviу a mirarme con una expresiуn de consternaciуn—. їTu mejor amigo es un hombre lobo?

Asentн avergonzada.

—їDesde cuбndo sucede esto?

—Desde hace poco —dije, y mi voz sonaba a la defensiva— Se convirtiу en lobisуn hace sуlo unas pocas semanas.

Me fulminу con la mirada.

—їUn licбntropo joven? ЎEso es todavнa peor! Edward tenнa razуn, eres un imбn para el peligro. їNo se suponнa que te ibas a mantener al margen de los problemas?

—Los hombres lobo no son nada peligrosos —refunfuсй, aturdida por su tono crнtico.

—Hasta que pierden los estribos —sacudiу la cabeza de un lado al otro con energнa—. Estas cosas sуlo te pasan a ti, Bella. Nadie deberнa haber estado mejor que tъ cuando los vampiros nos marchamos de la ciudad, pero tъ tenнas que involucrarte con los primeros monstruos que te encontraras.

No querнa discutir con Alice. La idea de que estaba realmente ahн, de que podнa tocar su piel marmуrea y escuchar su voz como la de un carillуn mecido por el viento, aъn me hacнa estremecer de alegrнa. Pero ella tenнa que fastidiarlo todo.

—No, Alice, en realidad los vampiros no se fueron, al menos, no todos. Y йse ha sido el verdadero problema. Victoria me habrнa capturado a estas alturas de no ser por los licбntropos. Aunque, desde luego, si no hubiera sido por Jake y sus amigos, Laurent me habrнa atrapado antes que ella, claro, asн que...

—їVictoria? —susurrу ella—. їLaurent?

Asentн, un poco intimidada por la expresiуn de sus ojos oscuros. Me seсalй el pecho.

—Soy un imбn para el peligro, їrecuerdas?

Sacudiу la cabeza otra vez.

—Cuйntamelo todo, pero hazlo desde el principio.

Pasй por alto el principio soslayando el asunto de las motos y de las voces, pero le contй todo lo demбs hasta el desastre mбs reciente. No le gustaron mis poco convincentes explicaciones sobre el aburrimiento y los acantilados, de modo que me lancй sobre la parte de la historia referida a la extraсa llama que habнa atisbado en el agua y aventurй mi suposiciуn. Sus ojos se estrecharon tanto entonces que se convirtieron en ranuras. Era raro ver su mirada tan... tan peligrosa, como la de un vampiro. Traguй saliva a duras penas y continuй con el resto de la historia, lo relativo a Harry.

Ella lo escuchу todo sin interrumpirme. De vez en cuando sacudнa la cabeza y la arruga de su frente se volvнa mбs profunda hasta que pareciу permanentemente grabada en el mбrmol de su piel. No dijo nada, y al final se quedу inmуvil, impresionada por la pena ajena de la muerte de Harry. Pensй en Charlie; volverнa pronto a casa. їEn quй condiciones se encontrarнa?

—Nuestra marcha no te hizo bien alguno, їa que no? —murmurу Alice.

Soltй una carcajada, aunque sonу algo histйrica.

—Pero йsa no es la cuestiуn de todos modos, їverdad? No creo que os marcharais por mi bien.

Puso cara de pocos amigos y mirу al suelo un momento.

—Bueno... supongo que hoy he actuado de forma algo impulsiva. Probablemente no me deberнa haber entrometido.

Sentн cуmo la sangre huнa de mi rostro y se me hacнa un vacнo en el estуmago.

—No sigas, Alice —susurrй. Mis dedos se cerraron en torno al cuello de su blusa blanca y empecй a hiperventilar—. Por favor, no me dejes.

Abriу los ojos aъn mбs.

—De acuerdo. No voy a ir a ninguna parte esta noche —dijo, pronunciando cada palabra con precisiуn minuciosa—. Respira hondo.

Intentй obedecerla, aunque apenas sabнa dуnde tenнa los pulmones.

Me mirу a la cara mientras yo me concentraba en respirar. Esperу hasta que me calmй para hacer un comentario.

—Quй mala pinta tienes, Bella.

—Hoy he estado a punto de ahogarme —le recordй.

—Es algo mбs profundo que eso. Estбs hecha una pena.

Aguantй el dolor que su frase me produjo sin rechistar.

—Mira, lo estoy haciendo lo mejor que puedo.

—їEso quй quiere decir?

—No ha sido fбcil. Me estoy esforzando.

Frunciу el ceсo.

—Se lo dije —comentу para sus adentros.

—Alice їcon quй pensabas que te ibas a encontrar? —suspirй—. Quiero decir, ademбs de verme muerta. їEsperabas hallarme saltando de un lado para otro y cantando canciones de una comedia musical? Creo que me conoces un poco mбs.

—Asн es, pero albergaba la esperanza...

—Pues entonces, supongo que no soy yo la que tiene el monopolio del mercado de la idiotez.

Sonу el telйfono.

—Йse debe de ser Charlie —aventurй mientras me ponнa en pie de un salto. Aferrй la mano pйtrea de Alice y la arrastrй conmigo hacia la cocina. No tenнa la menor intenciуn de dejarla fuera de mi vista.

—їCharlie? —contestй al descolgar el aparato.

—No, soy yo —dijo Jacob.

—ЎJake!

Alice escudriсу mi expresiуn.

—Sуlo me estoy asegurando de que sigues viva —comentу Jacob con amargura.

—Estoy bien. Te dije que no era...

—Ya. Lo sй. Adiуs.

Jacob me colgу.

Suspirй, dejй caer hacia atrбs la cabeza y me quedй mirando al techo.

—Esto va a ser un buen problema.

Alice me apretу la mano.

—No les emociona que me encuentre aquн.

—No especialmente, pero no es asunto suyo de todos modos.

Alice me rodeу con un brazo.

—їY quй vamos a hacer ahora? —musitу ella. Pareciу hablar consigo misma durante un momento—. Cosas que hacer... Atar cabos sueltos.


Дата добавления: 2015-10-30; просмотров: 101 | Нарушение авторских прав


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