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Capítulo 36

Читайте также:
  1. Capítulo 1
  2. Capítulo 1
  3. Capítulo 1
  4. CAPÍTULO 1
  5. Capítulo 1
  6. Capítulo 1 1 страница
  7. Capítulo 1 5 страница

Bon voyage!

Os añoraré como una loca. ¡Nada será lo mismo sin vosotros, pero espero que lo paséis de fábula!

Besos,

Rosie

 

Para la abuela y el abuelo

Pasadlo bien, enviad un millón de postales.

Besos,

Katie (vuestra nieta favorita)

 

Tiene un mensaje instantáneo de: ALEX

Alex: Hola.

Rosie: Vaya, pero si resulta que sigue vivo. ¿Dónde has estado todas estas semanas?

Alex: Escondiéndome.

Rosie: ¿De quién?

Alex: De ti.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque estoy saliendo con Bethany otra vez y me daba miedo decírtelo porque la odias apasionadamente, y entonces te enteraste por ella, lo cual no hizo más que empeorar las cosas. Así que me he estado escondiendo de ti.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque pensaba que vendrías y me matarías.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque eres mi amiga íntima sobreprotectora y siempre has odiado a mis novias (y a mi esposa) y yo siempre he odiado a tus novios (y a tu marido).

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Bueno, para empezar porque tuvo una aventura...

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque era un imbécil de remate y no sabía la suerte que tenía. Pero no hablemos más de él porque se ha marchado y no volverá nunca.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque le di un susto de muerte.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque soy tu amigo íntimo y me preocupo por ti.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque no tengo nada mejor que hacer.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque así es como han ido las cosas en mi vida por desgracia. Todo lo que pasaba hacía que me preocupara por ti y los tuyos. En fin, es genial que ya no tenga que seguir escondiéndome.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque me he disculpado.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque estoy harto de no saber de ti y te echo de menos.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque (y esto lo digo apretando mucho los dientes) Tú Eres Mi Mejor Amiga, pero te advierto que no pienso escuchar ningún comentario malicioso sobre ella esta vez.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque me gusta mucho, Rosie, y me hace feliz. Me vuelvo a sentir como el chaval que trabajaba en la oficina de mi padre. Y además pienso que si no te hubieses emborrachado tanto el día en que cumpliste dieciséis años y no hubiesen tenido que hacerte un lavado de estómago, nunca nos habrían pillado, no nos habrían expulsado y no me habrían castigado tan duramente obligándome a archivar hasta el último papel de la oficina de mi padre, donde, debo añadir, nunca habría conocido a Bethany. ¡Así que todo ha sido por tu culpa, querida amiga!

Rosie: ¡OH! ¿¿¿POR QUÉÉÉÉÉÉ??? ¿Por qué, Dios mío?

Alex: Ja, ja. Tengo que dejarte porque dentro de unas horas me toca operar.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque resulta que soy cirujano cardiovascular y hay un pobre hombre, que se llama señor Jackson, si realmente te interesa saberlo, que necesita una intervención en la válvula aórtica.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque sufre estenosis aórtica.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Bueno, por lo general las causas de la insuficiencia aórtica son de origen reumático. Pero no te preocupes (me consta que estás preocupada), el señor Jackson se pondrá bien.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque gracias a setenta y cinco años de estudios he aprendido a realizar una operación con la prótesis de la válvula que le ayudará. ¿Más preguntas?

Rosie: La aorta está por el corazón, ¿verdad?

Alex: Muy graciosa. Bien, ahora sí que tengo que irme. Me alegra mucho que hayamos tenido esta conversación y que hayamos aclarado el asunto de Bethany. ¿Estoy perdonado?

Rosie: No.

Alex: Fantástico, gracias. Hasta pronto.

ALEX se ha desconectado.

Rosie: Gracias por preguntarme por mi trabajo, doctor.

 

De: Rosie

Para: Ruby

Asunto: ¡Socorro!

Socorro... Ayúdame... Oh, Dios, mi cabeza. Mi pobre cabeza. Mis desgraciadas neuronas, ¿dónde están? Se han ido. Han muerto. Son las cuatro de la tarde y estoy postrada en la cama (no tiene ni la mitad de gracia de lo que parece tener) y en la cama es donde debería quedarme hasta el fin de mis días. Adiós mundo cruel, saludos a todos, gracias por los recuerdos.

Y con los pocos que conservo de anoche intentaré explicarte exactamente lo que hice, aunque al parecer se está formando una bruma muy densa que avanza desde los bordes de mi cerebro hacia el centro. Procuraré desembucharlo todo antes de que me envuelva por completo.

Tras una reunión muy frustrante con el director de mi banco regresé a casa de Brian el Llorica muy desanimada, enfadada e insegura sobre mi futuro. No estaba de humor para conversaciones ni compañías, pero tuve que sentarme en la sala de estar con Brian y sus padres, que habían venido desde Santa Ponsa, para comentar el inminente encuentro con Katie con el que pasarían a formar parte de la vida de mi hija. Yo estaba cansada y me sentía débil, y la idea de que Katie fuera a tener una nueva pareja de abuelos —más personas relacionadas con su vida a quienes tendría que haber conocido, pero no conoce— acabó de colmar el vaso. Total, que aún me enfadé más al pensar que durante todos estos años yo sabía muy bien quiénes eran ellos, ellos sabían quién era yo, se cruzaron conmigo por la calle varias veces durante mi embarazo, luego lo mismo cuando Katie nació, habían oído rumores de que era la hija de Brian y, sin embargo, nunca se tomaron la molestia de ponerse en contacto conmigo ni me ofrecieron ninguna clase de ayuda. Lo último que supe de ellos fue que habían vendido su casa y se habían mudado a España porque el clima aliviaría la artritis de la señora Llorica.

La conversación fue acalorada, no salió demasiado bien que digamos, de modo que me disculpé y me largué.

Naturalmente, no tenía adónde ir, de manera que estuve vagando por las calles durante siglos y efectué un balance de mi vida. Al cabo de un rato decidí que odiaba mi vida junto con todos los que formaban parte de ella (ya lo sé, ya lo sé: otra vez), y visto que Katie estaba a salvo en casa de Toby y que Brian el Llorica tenía compañía, me encaminé al pub más cercano para ahogar mis penas.

Lo cierto es que era un bar espantoso, pero como estaba tan disgustada me dio lo mismo. Lo único que vi fue un camarero simpático y dos asesinos en serie enfrascados en una conversación al final de la barra. Total que el camarero se dio cuenta de que estaba fatal, y esto te sonará a película, pero el tío me preguntó qué me pasaba y su preocupación me pareció sincera. Le conté que Greg había arruinado mi vida. (Tras un proceso de eliminación, había llegado a la conclusión de que era el verdadero culpable.) Se lo conté todo de un tirón, Ruby, todo: el plantón de Alex en el baile de debutantes, Brian el Llorica, el nacimiento de Katie, que no fui a la universidad, la boda de Alex, que conocí a Greg, que me casé con Greg, que Greg me engañó, cómo perdí mi ascenso, que Greg me volvió a engañar... Le conté lo de todas las aventuras de Greg y sus mentiras al decirme que tenía que asistir a congresos y que como era director de banco creía sinceramente que debía ir a todas esas conferencias.

De repente los otros dos tíos que estaban al final de la barra se interesaron mucho por mí, vieron lo disgustada que estaba y me invitaron a un montón de copas. Eran unos tíos enormes, Ruby, de más de metro noventa y tan musculosos que parecían levantadores de pesas, con la cabeza rapada, y uno de ellos llevaba un tatuaje de una cabeza cortada en el brazo, ¡pero eran encantadores! Estaban muy preocupados, me hacían un montón de preguntas, me daban pañuelos de papel cuando lloraba y me dijeron que encontraría a alguien mejor que Greg. Yo no daba crédito, Ruby. Hasta tuvieron la amabilidad de acompañarme a casa en coche y asegurarse de que llegaba sana y salva porque no estaba en condiciones de caminar. Les enseñé la casa de Greg cuando pasamos por delante y se mostraron muy interesados y los tres le hicimos el gesto de mandarlo a tomar por el culo. Unos tíos estupendos. Me demostraron que las apariencias engañan. Bueno, me duele tanto la cabeza que tengo que dejar de escribir, pero anoche comprobé que al menos aún quedan unos pocos hombres generosos en este mundo y que no todos van a la suya.

 

ATACAN A UN DIRECTOR DE BANCO EN SU CASA

Un director de banco recibió una paliza tremenda durante un feroz ataque perpetrado para robar miles de euros. La víctima fue Greg Collins, de cuarenta y dos años, director de la sucursal de AIB en Fairview, Dublín. El violento asalto tuvo lugar cuando unos intrusos despertaron a Collins a primera hora de la mañana en su casa de Abigail Road. Dos hombres enmascarados irrumpieron en el hogar de la víctima y exigieron al director de la sucursal que abriera el banco y vaciara la caja fuerte. Pese al miedo, Collins opuso resistencia, pero los matones le golpearon con saña en la cara, rompiéndole la nariz.

Collins, muy afectado, describió a este diario cómo le vendaron los ojos y lo obligaron a subir en pijama a una furgoneta.

Al parecer los ladrones miden más de metro noventa y según Collins tenían aspecto de levantadores de pesas. Aunque no les vio la cara se fijó en que uno de ellos llevaba una cabeza decapitada tatuada en el brazo.

Los hombres robaron 20.000 € y se dieron a la fuga dejando a Collins solo en el banco, magullado y en pijama. La policía llegó al escenario del crimen pocos momentos después de que los malhechores se hubiesen marchado, alertada por la alarma.

Collins no se explica cómo podían saber su dirección: «Siempre compruebo que no me siga nadie sospechoso cuando me voy a casa y esa noche no vi a nadie. Ha sido la peor noche de mi vida, una auténtica pesadilla —dijo Collins, visiblemente alterado—. Esos matones entraron en mi casa y me atacaron. Estoy aterrado».

Collins estaba solo en casa en ese momento debido a la reciente ruptura de su matrimonio. Se ha abierto una investigación para esclarecer los hechos, pero el portavoz de la policía ha dicho que es poco probable que apresen a los culpables debido a la ausencia de pistas. Si alguien dispone de información relacionada con este crimen, debe notificarlo a la policía cuanto antes.

Foto superior: Greg Collins delante de la sucursal bancaria con la nariz rota.

 

Tiene un mensaje instantáneo de: RUBY

Ruby: ¿Has leído los periódicos hoy?

Rosie: No. Ya no creo en el horóscopo.

Ruby: Bueno, ¿puedo sugerirte que compres el Daily Star enseguida y que rebobines hasta el sábado por la noche?

Rosie: Oh, no. ¿Los paparazzi me sacaron una foto cuando salía del pub? Ja, ja.

Ruby: No tiene gracia, Rosie. Me refiero a aquellos tíos. Date prisa, ve a por el diario.

Rosie: ¿Qué dices? ¿Qué hombres? ¡¿De qué me estás hablando?!

Ruby: Periódico sensacionalista. Ahora. Deprisa. Ve.

Rosie: Vale.

ROSIE se ha desconectado.

 

De: Rosie

Para: Alex

Asunto: Artículo de hoy

Soy yo, Rosie. ¡Mira tu fax, deprisa! Te he mandado un artículo que salía en el diario de hoy. Mientras lo leas ten presente la historia que te conté de mi último sábado noche. Cuando lo hayas leído dime qué piensas. ¡Corre! Necesito consejo.

 

De: Alex

Para: Rosie

Asunto: Re: Artículo de hoy

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.


Дата добавления: 2015-10-30; просмотров: 92 | Нарушение авторских прав


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