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Observй a Alice dibujar una habitaciуn cuadrada con vigas oscuras en el techo bajo. Las paredes estaban cubiertas con paneles de madera, un poco mбs oscuros de la cuenta, pasados de moda. Una oscura alfombra estampada cubrнa el suelo. Habнa una ventana grande en la pared sur y en la pared oeste un vano que daba a una sala de estar. Uno de los lados de esta entrada era de piedra y en йl se abrнa una gran chimenea de color canela que daba a ambas habitaciones. Desde este punto de vista, el centro de la imagen lo ocupaban una televisiуn y un vнdeo —en equilibrio un tanto inestable sobre un soporte de madera demasiado pequeсo para los dos—, que se encontraban en la esquina sudoeste de la habitaciуn. Un viejo sofб de mуdulos se curvaba en frente de la televisiуn con una mesita de cafй redonda delante.
—El telйfono estб allн —susurrй e indiquй el lugar.
Dos pares de ojos eternos se fijaron en mн.
—Es la casa de mi madre.
Alice ya se habнa levantado del sofб de un salto con el mуvil en la mano; empezу a marcar. Contemplй ensimismada la precisa interpretaciуn de la habitaciуn donde se reunнa la familia de mi madre. Jasper se acercу aъn mбs a mн, cosa rara en йl, y me puso la mano suavemente en el hombro. El contacto fнsico acentuу su influjo tranquilizador. La sensaciуn de pбnico se difuminу y no llegу a tomar forma.
Los labios de Alice temblaban debido a la velocidad con la que hablaba, por lo que no pude descifrar ese sordo zumbido. No podнa concentrarme.
—Bella —me llamу Alice. La mirй atontada—. Bella, Edward viene a buscarte. Emmett, Carlisle y йl te van a recoger para esconderte durante un tiempo.
— їViene Edward?
Aquellas palabras se me antojaron como un chaleco salvavidas al que sujetarme para mantener la cabeza fuera de una riada.
—Sн. Va a tomar el primer vuelo que salga de Seattle. Lo recogeremos en el aeropuerto y te irбs con йl.
—Pero, mi madre... —a pesar de Jasper, la histeria burbujeaba en mi voz—. ЎEl rastreador ha venido a por mi madre, Alice!
—Jasper y yo nos aseguraremos de que estй a salvo.
—No puedo ganar a la larga, Alice. No podйis proteger a toda la gente que conozco durante toda la vida. їNo ves lo que estб haciendo? No me persigue directamente a mн, pero encontrarб y harб daсo a cualquier persona que yo ame... Alice, no puedo...
—Le atraparemos, Bella —me asegurу ella.
— їY si te hiere, Alice? їCrees que eso me va a parecer bien? їCrees que sуlo puede hacerme daсo a travйs de mi familia humana?
Alice mirу a Jasper de forma significativa. Una espesa niebla y un profundo letargo se apoderaron de mн y los ojos se me cerraron sin que pudiera evitarlo. Mi mente luchу contra la niebla cuando me di cuenta de lo que estaba pasando. Forcй a mis ojos para que se abrieran y me levantй, alejбndome de la mano de Jasper.
—No quiero volverme a dormir —protestй enfadada.
Caminй hacia mi habitaciуn y cerrй la puerta, en realidad, casi di un portazo para dejarme caer en la cama, hecha pedazos, con cierta privacidad. Alice no me siguiу en esta ocasiуn. Estuve contemplando la pared durante tres horas y media, hecha un ovillo, meciйndome. Mi mente vagabundeaba en cнrculos, intentando salir de alguna manera de esta pesadilla. Pero no habнa forma de huir, ni indulto posible. Sуlo veнa un ъnico y sombrнo final que se avecinaba en mi futuro. La ъnica cuestiуn era cuбnta gente iba a resultar herida antes de que eso ocurriera.
El ъnico consuelo, la ъnica esperanza que me quedaba era saber que verнa pronto a Edward. Quizбs, serнa capaz de hallar la soluciуn que ahora me rehuнa sуlo con volverle a ver.
Regresй al salуn, sintiйndome un poco culpable por mi comportamiento, cuando sonу el mуvil. Esperaba que ninguno de los dos se hubiera enfadado, que supieran cuбnto les agradecнa los sacrificios que hacнan por mн.
Alice hablaba tan rбpido como de costumbre, pero lo que me llamу la atenciуn fue que, por primera vez, Jasper no se hallaba en la habitaciуn. Mirй el reloj; eran las cinco y media de la maсana.
—Acaban de subir al aviуn. Aterrizarбn a las nueve cuarenta y cinco —dijo Alice; sуlo tenнa que seguir respirando unas cuantas horas mбs hasta que йl llegara.
— їDуnde estб Jasper?
—Ha ido a reconocer el terreno.
— їNo os vais a quedar aquн?
—No, nos vamos a instalar mбs cerca de la casa de tu madre.
Sentн un retortijуn de inquietud en el estуmago al escuchar sus palabras, pero el mуvil sonу de nuevo, lo que hizo que abandonara mi preocupaciуn por el momento. Alice parecнa sorprendida, pero yo ya habнa avanzado hacia йl esperanzada.
— їDiga? —Contestу Alice—. No, estб aquн —me pasу el telйfono y anunciу «Tu madre», articulando para que le leyera los labios.
— їDiga?
— їBella? їEstбs ahн?
Era la voz de mi madre, con ese timbre familiar que le habнa oнdo miles de veces en mi infancia cada vez que me acercaba demasiado al borde de la acera o me alejaba demasiado de su vista en un lugar atestado de gente. Era el timbre del pбnico.
Suspirй. Me lo esperaba, aunque, a pesar del tono urgente de mi llamada, habнa intentado que mi mensaje fuera lo menos alarmante posible.
—Tranquilнzate, mamб —contestй con la mбs sosegada de las voces mientras me separaba lentamente de Alice. No estaba segura de poder mentir de forma convincente con sus ojos fijos en mн—. Todo va bien, їde acuerdo? Dame un minuto nada mбs y te lo explicarй todo, te lo prometo.
Hice una pausa, sorprendida de que no me hubiera interrumpido ya.
— їMamб?
—Ten mucho cuidado de no soltar prenda hasta que haya dicho todo lo que tengo que decir —la voz que acababa de escuchar me fue tan poco familiar como inesperada. Era una voz de hombre, afinada, muy agradable e impersonal, la clase de voz que se oye de fondo en los anuncios de deportivos de lujo. Hablaba muy deprisa—. Bien, no tengo por quй hacer daсo a tu madre, asн que, por favor, haz exactamente lo que te diga y no le pasarб nada —hizo una pausa de un minuto mientras yo escuchaba muda de horror—. Muy bien —me felicitу—. Ahora repite mis palabras, y procura que parezca natural. Por favor, di: «No, mamб, quйdate donde estбs».
—No, mamб, quйdate donde estбs —mi voz apenas sobrepasaba el volumen de un susurro.
—Empiezo a darme cuenta de que esto no va a ser fбcil —la voz parecнa divertida, todavнa agradable y amistosa—. їPor quй no entras en otra habitaciуn para que la expresiуn de tu rostro no lo eche todo a perder? No hay motivo para que tu madre sufra. Mientras caminas, por favor, di: «Mamб, por favor, escъchame». ЎVenga, dilo ya!
—Mamб, por favor, escъchame —supliquй.
Me encaminй muy despacio hacia el dormitorio sin dejar de sentir la mirada preocupada de Alice clavada en mi espalda.
Cerrй la puerta al entrar mientras intentaba pensar con claridad a pesar del pavor que nublaba mi mente.
— їHay alguien donde te encuentras ahora? Contesta sуlo sн o no.
—No.
—Pero todavнa pueden oнrte, estoy seguro.
—Sн.
—Estб bien, entonces —continuу la voz amigable—, repite: «Mamб, confнa en mн».
—Mamб, confнa en mн.
—Esto ha salido bastante mejor de lo que yo creнa. Estaba dispuesto a esperar, pero tu madre ha llegado antes de lo previsto. Es mбs fбcil de este modo, їno crees? Menos suspense y menos ansiedad para ti.
Esperй.
—Ahora, quiero que me escuches con mucho cuidado. Necesito que te alejes de tus amigos, їcrees que podrбs hacerlo? Contesta sн o no.
—No.
—Lamento mucho oнr eso. Esperaba que fueras un poco mбs imaginativa. їCrees que te serнa mбs fбcil separarte de ellos si la vida de tu madre dependiera de ello? Contesta sн o no.
No sabнa cуmo, pero debнa encontrar la forma. Recordй que nos нbamos a dirigir al aeropuerto. El Sky Harbor International siempre estaba atestado, y tal y como lo habнan diseсado era fбcil perderse...
—Eso estб mejor. Estoy seguro de que no va a ser fбcil, pero si tengo la mбs mнnima sospecha de que estбs acompaсada, bueno... Eso serнa muy malo para tu madre —prometiу la voz amable—. A estas alturas ya debes saber lo suficiente sobre nosotros para comprender la rapidez con la que voy a saber si acudes acompaсada o no, y quй poco tiempo necesito para cargarme a tu madre si fuera necesario. їEntiendes? Responde sн o no.
—Sн —mi voz se quebrу.
—Muy bien, Bella. Esto es lo que has de hacer. Quiero que vayas a casa de tu madre. Hay un nъmero junto al telйfono. Llama, y te dirй adonde tienes que ir desde allн —me hacнa idea de adonde irнa y dуnde terminarнa aquel asunto, pero, a pesar de todo, pensaba seguir las instrucciones con exactitud—. їPuedes hacerlo? Contesta sн o no.
—Y que sea antes de mediodнa, por favor, Bella. No tengo todo el dнa —pidiу con extrema educaciуn.
— їDуnde estб Phil? —preguntй secamente.
—Ah, y ten cuidado, Bella. Espera hasta que yo te diga cuбndo puedes hablar, por favor.
Esperй.
—Es muy importante ahora que no hagas sospechar a tus amigos cuando vuelvas con ellos. Diles que ha llamado tu madre, pero que la has convencido de que no puedes ir a casa por lo tarde que es. Ahora, responde despuйs de mн: «Gracias, mamб». Repнtelo ahora.
—Gracias, mamб.
Rompн a llorar, a pesar de que intentй controlarme.
—Di: «Te quiero, mamб. Te verй pronto». Dilo ya.
—Te quiero, mamб —repetн con voz espesa—. Te verй pronto.
—Adiуs, Bella. Estoy deseando verte de nuevo.
Y colgу.
Mantuve el mуvil pegado al oнdo. El miedo me habнa agarrotado los dedos y no conseguнa estirar la mano para soltarlo.
Sabнa que debнa ponerme a pensar, pero el sonido de la voz aterrada de mi madre ocupaba toda mi mente. Transcurrieron varios segundos antes de que recobrara el control.
Despacio, muy despacio, mis pensamientos consiguieron romper el espeso muro del dolor. Planes, tenнa que hacer planes, aunque ahora no me quedaba mбs opciуn que ir a la habitaciуn llena de espejos y morir. No habнa ninguna otra garantнa, nada con lo que pudiera salvar la vida de mi madre. Mi ъnica esperanza era que James se diera por satisfecho con ganar la partida, que derrotar a Edward fuera suficiente. Me agobiaba la desesperaciуn, porque no habнa nada con lo que pudiera negociar, nada que le importara para ofrecer o retener. Pero por muchas vueltas que le diera no habнa ninguna otra opciуn. Tenнa que intentarlo.
Situй el pбnico en un segundo plano lo mejor que pude. Habнa tomado la decisiуn. No servнa para nada perder tiempo angustiбndome sobre el resultado. Debнa pensar con claridad, porque Alice y Jasper me estaban esperando y era esencial, aunque parecнa imposible, que consiguiera escaparme de ellos.
Me sentн repentinamente agradecida de que Jasper no estuviera. Hubiera sentido la angustia de los ъltimos cinco minutos de haber estado en la habitaciуn del hotel, y en tal caso, їcуmo iba a evitar sus sospechas? Contuve el miedo, la ansiedad, intentando sofocarlos. No podнa permitнrmelos ahora, ya que no sabнa cuбndo regresarнa Jasper.
Me concentrй en la fuga. Confiaba en que mi conocimiento del aeropuerto supusiera una baza a mi favor. Era prioritario alejar a Alice como fuera...
Era consciente de que me esperaba en la otra habitaciуn, curiosa. Pero tenнa que resolver otra cosa mбs en privado antes de que Jasper volviera.
Debнa aceptar que no volverнa a ver a Edward nunca mбs, ni siquiera una ъltima mirada que llevarme a la habitaciуn de los espejos. Iba a herirle y no le podнa decir adiуs. Dejй que las oleadas de angustia me torturaran y me inundaran un rato. Entonces, tambiйn las controlй y fui a enfrentarme con Alice.
La ъnica expresiуn que podнa adoptar sin meter la pata era la de una muerta, con gesto ausente. La vi alarmarse, y no quise darle ocasiуn de que me preguntara. Sуlo tenнa un guiуn preparado y no me sentнa capaz de improvisar ahora.
—Mi madre estaba preocupada, querнa venir a Phoenix —mi voz sonaba sin vida—. Pero todo va bien, la he convencido de que se mantenga alejada.
—Nos aseguraremos de que estй bien, Bella, no te preocupes.
Le di la espalda para evitar que me viera el rostro.
Mis ojos se detuvieron en un folio en blanco con membrete del hotel encima del escritorio. Me acerquй a йl lentamente, con un plan ya formбndose en mi cabeza. Tambiйn habнa un sobre. Buena idea.
—Alice —preguntй despacio, sin volverme, manteniendo inexpresivo el tono de voz—, si escribo una carta para mi madre, їse la darбs? Quiero decir si se la puedes dejar en casa.
—Sin duda, Bella —respondiу con voz cautelosa, porque veнa que estaba totalmente destrozada. Tenнa que controlar mejor mis emociones.
Me dirigн de nuevo al dormitorio y me arrodillй junto a la mesita de noche para apoyarme al escribir.
—Edward... —garabateй.
Me temblaba la mano, tanto que las letras apenas eran legibles.
Te quiero. Lo siento muchнsimo—. Tiene a mi madre en su poder y he de intentarlo a pesar de saber que no funcionarб. Lo siento mucho, muchнsimo.
No te enfades con Alice y Jasper, si consigo escaparme de ellos serб un milagro, dales las gracias de mi parte en especial a Alice por favor.
Y te lo suplico por favor no le sigas, creo que eso es precisamente lo que quiere. No podrнa soportar que alguien saliera herido por mi culpa, especialmente tъ, por favor es lo ъnico que te pido. Hazlo por mн.
Te quiero,perdуname
Bella
Doblй la carta con cuidado y sellй el sobre. Ojala que lo encontrara. Sуlo podнa esperar que lo entendiera y me hiciera caso, aunque fuera sуlo esta vez.
Y tambiйn sellй cuidadosamente mi corazуn.
Дата добавления: 2015-10-30; просмотров: 84 | Нарушение авторских прав
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