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El punto de seguridad

ANDREW HARVEY | LA PERSONALIDAD HA CONSTREСIDO LA ESENCIA | CULTIVAR LA PERCEPCIУN CONSCIENTE | THICH NHAT HANH | JACK KORNFIELD | EL MIEDO A ESTAR PRESENTE | EL YO TRIБDICO | LA AMPLITUD DE BANDA | ESTADO DE БNIMO Y NIVEL | LA REGLA DE PLOMO |


 

Hay circunstancias concretas, limitadas, en las que podemos exhibir com­portamientos del nivel medio del tipo al que lleva nuestra direcciуn de inte­graciуn. Por rutina, tendemos a expresar el comportamiento de la franja me­dia en la direcciуn de integraciуn cuando nos sentimos seguros de nuestra posiciуn en una situaciуn. Cuando estamos seguros de la fuerza de nues­tra relaciуn con otra persona, expresamos comportamientos que serнan demasiado arriesgados con alguien a quien no conocemos tan bien. Por eso a este fenуmeno lo llamamos punto de seguridad.

Por ejemplo, los Uno en su franja media a veces se comportan como los Siete en su franja media, pero no con la frecuencia con que tienden a expre­sar los problemas entre medios e insanos del tipo Cuatro. Los Uno no se expresarбn como los Siete medios a menos que se sientan seguros para ha­cerlo. De modo similar, los Cinco podrнan expresar con frecuencia compor­tamientos del tipo Siete medio, sobreactivando la mente y dispersбndose;

pero en circunstancias en que se sienten mбs seguros pueden actuar tambiйn como los Ocho medios, haciйndose valer enйrgicamente e imponiendo su voluntad si estбn muy convencidos de su relaciуn con la otra persona.

 

LA DIRECCIУN DE INTEGRACIУN
  Los airados y crнticos Uno se vuelven mбs espontбneos y alegres, como los Siete sanos.
  Los soberbios y autoengaсados Dos cuidan mбs de sн mismos y perciben mбs sus emociones, con los Cuatro sanos.
  Los engreнdos y falsos Tres colaboran y se comprometen mбs con los demбs, como los Seis sanos.
  Los envidiosos y turbulentos Cuatros se vuelven mбs objetivos y fuertes en sus principios, como los Unos sanos.
  Los avariciosos e indiferentes Cinco adquieren mбs con­fianza en sн mismos y una mayor capacidad de decisiуn, como los Ocho sanos.
  Los temerosos y pesimistas Seis se vuelven mбs relajados y optimistas, como los Nueve sanos.
  Los glotones y distraнdos Siete se vuelven mбs centrados y profundos, como los Cinco sanos.
  Los lujuriosos y controladores Ocho se vuelven mбs gene­rosos y cariсosos, como los Dos sanos.
  Los perezosos y descuidados Nueve son capaces de desarrollarse mбs y se vuelven mбs enйrgicos, como los Tres sanos.

 

El punto de seguridad, entonces, no equivale a moverse en la direcciуn de integraciуn: es otra vбlvula de escape, como la direcciуn de desintegra­ciуn; es otra manera de expresarse o desahogar las emociones, aunque re­quiere condiciones especiales. Las personas que funcionan entre las franjas media e insana de su tipo bбsico pueden saber que necesitan las cualidades del tipo al que lleva la direcciуn de integraciуn, pero cuando reaccionan compulsiva y automбticamente no son capaces de integrar en realidad los as­pectos mбs sanos de ese tipo. El movimiento hacia el punto de seguridad no es un verdadero proceso integrador, sino un caso en que una parte de la per­sonalidad es reemplazada o complementada por otra. Eso no equivale a ser mбs libre y consciente. El movimiento hacia el punto de seguridad de cada tipo estб, por definiciуn, dentro de las franjas medias.

 

EL VERDADERO SENTIDO DE LA INTEGRACIУN

 

La percepciуn consciente es sanadora.

SURYA DAS

 

Sуlo hay dos maneras de vivir la vida. Una es como si nada fuera un milagro; la otra es como si todo fuera un milagro.

ALBERT EINSTEIN

 

Aunque el movimiento en la direcciуn de integraciуn exige una elecciуn cons­ciente, no se realiza imitando las actitudes y comportamientos del tipo al que lleva esa direcciуn, y mucho menos las caracterнsticas de las franjas medias. Por ejemplo, si eres Ocho, eso no significa que debas comenzar a «actuar como un Dos», preparando pastelitos o abriendo las puertas a la gente. De hecho, imitar la conducta del tipo al que lleva la direcciуn de integraciуn puede hacer «mбs densa» la personalidad, ya que la verdadera transformaciуn entraсa abandonar los hбbitos y defensas del ego, no aсadirle nuevas. Este tipo de comportamiento estб condenado al fracaso.

Siempre hemos de recordar que la personalidad no es capaz de resolver los problemas de la personalidad, y mientras no percibamos profundamente nuestra esencia y esta guнe nuestras actividades, poco puede hacer la perso­nalidad aparte de «no hacer» sus viejos trucos.

El proceso de integraciуn no trata de lo que «debemos» hacer; es un pro­ceso de dejar marchar conscientemente los aspectos de nuestro tipo que nos bloquean. Cuando dejamos de aferramos a defensas, actitudes y temores, ex­perimentamos un desarrollo y un equilibramiento orgбnicos tan naturales como la eclosiуn de una flor. Una planta no tiene que hacer nada para con­vertirse en бrbol, dar flores y frutos: ese es un proceso orgбnico natural, y el alma desea desarrollarse del mismo modo. El eneagrama describe este proce­so orgбnico en cada tipo. El tipo a que nos lleva la direcciуn de integraciуn nos da las pistas sobre cuбndo ocurre esto y nos sirve para entender y activar el proceso con mбs facilidad.

Moverse en la direcciуn de integraciуn enriquece enormemente la cali­dad de todas nuestras actividades, porque el tipo al que lleva nuestra direc­ciуn de integraciуn nos orienta hacia lo que realmente nos realiza y nos ayu­da a hacer realidad todas las capacidades de nuestro tipo bбsico. Por ejemplo, un Cuatro que desea expresarse mediante la mъsica serб disciplinado y se en­tregarб a la prбctica regular como un Uno sano, porque eso le irб bien para realizar sus capacidades; «ir al Uno» es su manera de ser el Cuatro mбs eficaz que puede ser.

Cuando vemos y entendemos plenamente y experimentamos todos los bloqueos contraproducentes que han ocultado nuestras cualidades esencia­les, estos se desprenden como hojas muertas de una planta en crecimiento, y surge de forma natural la plenitud de nuestra alma. Nuestra alma, con todos los magnнficos dones que hemos visto en la franja sana, ya estб ahн. Sуlo nuestra arraigada creencia en las defensas de nuestra personalidad, nuestra necesidad de aterrarnos a ellas y a la resistencia, la imagen propia y las estra­tegias de nuestro tipo basadas en el miedo, nos impiden presentarnos y re­clamar lo que nos corresponde por derecho propio.


CAPITULO 7

 


Дата добавления: 2015-11-14; просмотров: 56 | Нарушение авторских прав


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LA BANDERA ROJA| TIPO UNO: EL REFORMADOR

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