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Salió a la calle. Vagó por el pueblo en siesta, sin pensar en nada, ni siquiera tratando de convencerse de que su problema no tenía solución. Anduvo por calles olvidadas hasta cuando se encontró agotado. Entonces volvió a casa. La mujer lo sintió entrar y lo llamó al cuarto.
Iquest;Qué?
Ella respondió sin mirarlo.
Que podemos vender el reloj.
El coronel había pensado en eso. «Estoy segura de que Alvaro te da cuarenta pesos enseguida», dijo la mujer. «Fíjate la facilidad con que compró la máquina de coser.»
Se refería al sastre para quien trabajó Agustín.
Se le puede hablar por la mañana - admitió el coronel.
Nada de hablar por la mañana - precisó ella -. Le llevas ahora mismo el reloj, se lo pones en la mesa y le dices: «Alvaro, aquí le traigo este reloj para que me lo compre». El entenderá enseguida.
El coronel se sintió desgraciado.
Es como andar cargando el santo sepulcro – protestó -. Si me ven por la calle con semejante escaparate me sacan en una canción de Rafael Escalona.
Pero también esta vez su mujer lo convenció. Ella misma descolgó el reloj, lo envolvió en periódicos y se lo puso entre las manos. «Aquí no vuelves sin los cuarenta pesos», dijo. El coronel se dirigió a la sastrería con el envoltorio bajo el brazo. Encontró a los compañeros de Agustín sentados a la puerta.
Uno de ellos le ofreció un asiento (предложил ему место). Al coronel se le embrollaban las ideas (путались мысли). «Gracias», dijo. «Voy de paso (проходил мимо).» Alvaro salió de la sastrería. En un alambre tendido entre dos horcones del corredor (на проволоке протянутой между двух подпорок) colgó una pieza de dril mojada (подвесил кусок мокрого сукна; mojar - мочить). Era un muchacho de formas duras (крепкого телосложения), angulosas, y ojos alucinados (угловатый и с мечтательными глазами; allucinarse - галлюцинировать). También él lo invitó a sentarse (пригласил сесть). El coronel se sintió reconfortado (бодрее). Recostó el taburete contra el marco de la puerta (прислонил табурет к косяку двери) y se sentó a esperar que Alvaro quedara solo (останется один) para proponerle el negocio (предложить ему сделку). De pronto se dio cuenta (внезапно дал себе отчет) de que estaba rodeado de rostros herméticos (окружен замкнутыми лицами).
-No interrumpo (не прерываю) - dijo.
Ellos protestaron. Uno se inclinó hacia él (наклонился к нему). Dijo, con una voz apenas perceptible (едва слышный):
-Escribió (написал) Agustín.
El coronel observó la calle desierta (осмотрел пустынную улицу).
-¿Qué dice?
-Lo mismo de siempre (то же, что и всегда).
Le dieron la hoja clandestina (тайную листовку). El coronel la guardó en el bolsillo del pantalón. Luego permaneció en silencio (оставался молчаливым) tamborileando sobre el envoltorio (барабаня по свертку) hasta cuando se dio cuenta (пока не дал себе отчет) de que alguien lo había advertido (заметил). Quedó en suspenso (остался неподвижным).
-¿Qué lleva ahí (несете), coronel?
El coronel eludió los penetrantes ojos verdes de Germán (избежал пронизывающих зеленых глаз).
-Nada – mintió - (соврал). Que le llevo el reloj al alemán (немцу) para que me lo componga (починил; componer).
«No sea bobo (не будь дураком), coronel», dijo Germán, tratando de apoderarse del envoltorio (пытаясь завладеть). «Espérese y lo examino (осмотрю).»
El resistió (воспротивился). No dijo nada pero sus párpados se volvieron cárdenos (но его веки стали лиловыми). Los otros insistieron (настаивали).
-Déjelo (оставь его), coronel. El sabe de mecánica (знает).
-Es que no quiero molestarlo (не хочу беспокоить).
-Qué molestarlo ni qué molestarlo - discutió Germán. Cogió el reloj - (схватил). El alemán le arranca diez pesos y se lo deja lo mismo (вырвет у вас десять песо и оставит их, как были).
Uno de ellos le ofreció un asiento. Al coronel se le embrollaban las ideas. «Gracias», dijo. «Voy de paso.» Alvaro salió de la sastrería. En un alambre tendido entre dos horcones del corredor colgó una pieza de dril mojada. Era un muchacho de formas duras, angulosas, y ojos alucinados. También él lo invitó a sentarse. El coronel se sintió reconfortado. Recostó el taburete contra el marco de la puerta y se sentó a esperar que Alvaro quedara solo para proponerle el negocio. De pronto se dio cuenta de que estaba rodeado de rostros herméticos.
Дата добавления: 2015-08-05; просмотров: 65 | Нарушение авторских прав
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No sé - dijo el coronel -. Pero si nos fuéramos a morir de hambre ya nos hubiéramos muerto. | | | Qué molestarlo ni qué molestarlo - discutió Germán. Cogió el reloj -. El alemán le arranca diez pesos y se lo deja lo mismo. |