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El desarrollo del turismo representa una de las prioridades para Belarús. Una posición geográfica ventajosa, un rico potencial natural y cómodos medios de transportación, hacen del país un gran atractivo para los huéspedes provenientes de diferentes partes del mundo. Cada persona podrá encontrar aquí una diversión para su gusto, ya sea como aficionado al arte clásico o de vanguardia, al cine o al teatro, ya sea deportista o sedentario, aficionado a la frenética diversión o alma apacible.
Un clima continental moderado, un aire limpio y un paisaje virgen atraen a los amantes del descanso al aire libre. Ellos podrán visitar numerosos parques y reservas nacionales. El territorio del país está dividido en 27 zonas turísticas, según el potencial histórico y natural de cada región.
Crece la demanda por el turismo de salud en conbinación con el recreativo. Para ello más de 100 sanatorios proponen a los visitantes servicios médicos en inmejorable proporción calidad-precio.
Crece la demanda por el agroturismo. Para el 1º de enero del 2010 Belarús contaba con 884 instalaciones de agroturismo. Además, en el país funcionan 17 complejos turísticos, un centro de desarrollo de la actividad empresarial agrícola y tres museos etnográficos. En el año 2009 las haciendas de Belarús fueron visitadas por representantes de 46 países del mundo. En las haciendas de agroturismo se muestra todo el colorido etnográfico de la vida cotidiana belarusa y еl descanso se organiza conforme a las exigencias del turismo moderno.
Para el turista en Belarús fueron creadas más de 750 rutas y excursiones, más de 50 se realizan en Minsk.
Cada año numerosos visitantes son atraidos a Belarús por los confortables chalets con sauna rusa o finlandesa y las acogedoras glorietas ubicadas en sus preciosas orillas de lagos y ríos con áreas especializadas de baño y pesca. Aquí se puede descansar tanto en verano, como en invierno, pasar un fin de semana o una amenas vacaciones acompañado de niños en medio de un bosque maravilloso, o celebrar con los amigos y la familia la Nochebuena y demás fiestas.
Los turistas sienten gran interés por el patrimonio histórico-cultural de Belarús. Su territorio cuenta con 4779 lugares de valor histórico-cultural (enterramientos, monumentos, iglesias y monasterios cristianos, sinagogas, mezquitas, castillos medievales, palacios, complejos arquitectónicos, etc.) que se encuentran bajo la protección de Estado.
Belarús cuenta con más de 270 hoteles de distintas categorías. Sólo en Minsk funcionan unos 30 hoteles, entre ellos los hoteles de cinco estrellas “Europa” y “Crowne Plaza”, y los complejos de cuatro estrellas “Victoria” y “Minsk”.
La naturaleza virgen
Los bosques ocupan un tercio del territorio del país. En Belarús existe la posibilidad de caminar un bosque de más de 900 años de edad. Esta oportunidad la ofrece el Parque Nacional “Belovézhskaya Pushcha”, que en el año 2009 se convirtió en el polo turístico más visitado de Belarús (con más de 235 mil visitantes). Aquí se ubica la residencia del Papá Noel belaruso. El Parque Nacional “Prípiatski” se encuentra en el centro de la depresión pantanosa de Polesie, al que también llaman “los pulmones de Europa”. Es un reino de agua, prados anegadizos y robledos.
A Belarús a veces se le llama “la de los ojos azules”, pues su territorio es ocupado por más de 10 mil lagos y unos 21 mil ríos. En el noroeste del país se ubican los Lagos de Bráslav, unos 30 lagos comunicados entre sí por ríos pequeños. Al río Prípiat se le ha llamado con derecho el Amazonas belaruso, pues alcanza una longitud de 761 kilómetros. El Canal de Augustow está considerado una maravilla de la ingeniería fluvial del siglo XIX.
Una peculiar arquitectura de los siglos XII–XVII
Los aficionados a la arquitectura de la Edad Media pueden disfrutar del Castillo de Mir, así como de los enigmáticos y bonitos castillos en Lida, las ruinas del Castillo en Novogrúdok, los palacios de Nésvizh y Kóssovo. Al viajar por Belarús merece la pena visitar la Torre de Kámenets, monumento de la arquitectura defensiva de finales del siglo XIII. Por derecho son considerados perlas de la arquitectura medieval, el templo- fortaleza en estilo gótico de Synkóvichi, la iglesia de la Transfiguración y la catedral de Santa Sofía en Pólotsk, el Complejo de Palacio y Parque en estilo clásico de Gómel. Las iglesias de Slutsk y Kozhan-Gorodok son extraordinarios monumentos de la arquitectura en madera de la segunda mitad del siglo XVIII – finales del siglo XIX que aún conservan su espíritu ortodoxo. Sorprenden por un pródigo barroco los templos católicos de Grodno y la catedral parroquial de Nésvizh.
La diversidad de fiestas y costumbres populares
Las fiestas principales del cristianismo son Navidad y Pascua, que se celebran dos veces, según los calendarios religiosos ortodoxo y católico. Los atributos indispensables de las fiestas de Navidad son un árbol adornado y Papá Noel. En vísperas de la Pascua la casa se pone en orden, se preparan platos variados, se tiñen los huevos y se cocinan hornean las panetelas de Pascua: los kulichi. La noche del 6 al 7 de julio en Belarús se celebra la fiesta ritual más antigua, Kupalie. La noche de Kupala, la más corta del año, se festeja con ritos, cantos y coros populares, no pueden faltar en la fiesta los saltos de la hoguera y los baños. La fiesta conocida como Maslenitsa (el carnaval de primavera), es un rito de despedida del invierno y saludo a la primavera. Durante la fiesta se saborean los blini (parecidos a los crepes franceses), se organizan bailes con música y trajes tradicionales. Es posible revivir el pasado en el Museo de Arquitectura y Vida Popular en las inmediaciones del poblado Ozertsó (a 4 km de Minsk) y en el museo “Dudutki” (a 40 km de Minsk).
Las maravillosas posibilidades de descanso activo.
Los estándares europeos del polideportivo “Logoisk”, en las cercanías de Minsk, serán del agrado de los esquiadores de montaña, snowboarders, tanto profesionales, como aficionados. En el complejo de esquí alpino “Sílichi” es posible descender por unas siete vías, cada una de las cuales corresponde a cierto nivel de complicación. En verano, en los hermosos lagos, es posible practicar buceo, pesca submarina, cazar, o simplemente pasearse en una lancha. Para los que prefieren verlo todo de un solo viaje, se organizan paseos en bicicletas o a caballo, viajes en canoas y balsas.
Una rica en ofertas cartelera cultural.
En Belarús existen 149 museos con más de 60 filiales en diferentes lugares del país. El museo más importante es el Museo Nacional de Historia y Cultura de Belarús, en Minsk. En el Museo Nacional de Bellas Artes de Belarús se guardan las obras de los pintores más famosos. Para los admiradores de Melpómene, por las tardes, se encienden las luces de numerosos teatros. Son muy populares, en los últimos años, los festivales de cultura medieval, celebrados en los meses de temperaturas cálidas en Minsk, Zaslavl, Mir, Nésvizh, Novogrúdok, Lida y Kámenets. Durante estos festivales se organizan torneos de caballeros, se asiste a batallas de caballería, asaltos a castillos, se da la posibilidad de observar la vida de los guerreros, gozar de la música y de los bailes tradicionales. En el Museo de Bellas Artes de Vítebsk es posible admirar una colección inapreciable de aguafuertes del mundialmente conocido pintor Marc Chagall, que creara con motivo de la novela de N.V.Gógol “Las almas muertas”.
Riquísimos platos de la cocina nacional.
Confortables cafés y restaurantes, arredados al estilo nacional, ofrecen un extenso menú de antiguas recetas de la cocina belarusa en base a sus ingredientes básicos: tocino, setas, arándano rojo y col en salmuera. No pueden faltar los platos elaborados con patatas, como los drániki o tortillas de papa rallada con crema de leche agria. Si el turista no es amante de los platos vegetarianos, le encantará el cerdo asado al pincho que tradicionalmente se gusta en las fiestas al aire libre y, en especial, la fiesta deportiva tradicional “Esquís de Minsk” en Ráubichi (provincia de Minsk). Entre las bebidas son tradicionales los jugos de arándano rojo, el aloja, la hidromiel y la “krambambulia”, un licor a base de ingredientes macerados, creado hace más de 200 años.
El atractivo de las haciendas rurales.
En los rincones más bellos del paisaje de Belarús se ubican unas 884 haciendas rurales. Los precios dependen de las características y el confort de cada hacienda, pero todas tienen algo en común: ofrecen una alimentación sana, ecológicamente pura, aire fresco y franca hospitalidad. La recreación para los turistas puede incluir piragüismo por los ríos y lagos, paseos a pie, a caballo, en bicicleta, esquís y trineos; excursiones por lugares de interés histórico, caza, pesca, recolección de setas, excursiones a lugares más alejados en Belarús. Los turistas podrán participar de clases magistrales de cocción de pan y preparación de platos de la cocina tradicional belarusa y disfrutar de las saunas rusas que incluyen masajes con escobas de baño de abedul.
Дата добавления: 2015-12-01; просмотров: 130 | Нарушение авторских прав