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El eneagrama y la prбctica espiritual

LA BANDERA ROJA | EL PUNTO DE SEGURIDAD | TIPO UNO: EL REFORMADOR | TIPO DOS: EL AYUDADOR | TIPO TRES: EL TRIUNFADOR | TIPO CUATRO: EL INDIVIDUALISTA | TIPO CINCO: EL INVESTIGADOR | TIPO SEIS: EL LEAL | TIPO SIETE: EL ENTUSIASTA | TIPO OCHO: EL DESAFIADOR |


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  1. EL VIAJE ESPIRITUAL. SIEMPRE AHORA
  2. HACIA LA MADUREZ ESPIRITUAL

 

El eneagrama no es de suyo un camino espiritual; es un instrumento excep­cional de inmensa utilidad para cualquier camino en que estemos. Sin em­bargo, los conocimientos que nos ofrece deben combinarse con algъn tipo de prбctica; la prбctica asienta en nuestra experiencia cotidiana la informaciуn que ofrece el eneagrama, y nos ayuda a volver a las verdades fundamenta­les que nos revela.

Combinar el conocimiento del eneagrama con la prбctica espiritual consiste en:

 

1. Estar presente y consciente lo mбs posible durante todo el dнa.

2. Observar nuestra personalidad en acciуn.

3. No expresar en actos los impulsos.

 

Estos tres elementos forman la base de todos los demбs instrumentos y prбcticas de que hablamos en este libro. Siempre que percibamos un aspecto de nuestra personalidad podemos acordarnos de respirar y relajarnos todo lo posible a la vez que continuamos observando y conteniendo nuestros impul­sos, hasta que ocurra algo y cambie nuestro estado. Analizar lo que descubri­mos no es tan importante como percibir, relajar el cuerpo y no actuar segъn el impulso.

Si bien el eneagrama no es un camino espiritual completo, sн ofrece enorme percepciуn a cualquier persona que estй en un camino espiritual o terapйutico de cualquier tipo. Las informaciones sobre la naturaleza humana que ofrece, sobre todo si se toman en cuenta los detalles concretos de los ni­veles de desarrollo, dan «tan en el blanco» que no pueden sino activar nues­tro crecimiento.

 

ELECCIУN DE UNA PRБCTICA

 

Uno de los problemas actuales es que no estamos familiarizados con la literatura del espнritu. Nos interesan las noticias del dнa y los problemas de la hora.

JOSEPH CAMPBELL

 

La meditaciуn no es una forma de iluminaciуn ni un mйtodo para lograr algo. Es la paz y la bienaventuranza mismas.

DOGEN

 

La oraciуn no es un ocioso entretenimiento de viejas. Bien entendida y aplicada, es el instrumento de acciуn mбs potente.

GANDHI

 

Las grandes religiones del mundo han propuesto una multitud de prбcticas para la transformaciуn personal, como tambiйn la psicologнa moderna, el movimiento de autoayuda y los pensadores espirituales contemporбneos. Al margen de la prбctica que elijamos, ya sea meditaciуn, oraciуn, yoga, lectu­ra de libros inspiradores u otra, hay tres criterios para evaluar su utilidad para la transformaciуn.

En primer lugar, esa prбctica їnos ayuda a estar mбs atentos, despiertos y receptivos a nuestra vida, o apoya nuestras ilusiones predilectas sobre no­sotros mismos, incluso las negativas? їCultiva la presencia y acentъa la im­portancia de estar conectados con nuestra vida aquн y ahora?

En segundo lugar, їnos apoya en la exploraciуn de los aspectos desagra­dables y las limitaciones de nuestra personalidad? Muchos caminos ofrecen una especie de «atractivo espiritual», asegurando a sus seguidores que en cier­to modo son distintos y mejores que la mayor parte de la humanidad y que pueden esperar que pronto recibirбn poderes cуsmicos grandiosos. Si bien siempre es posible adquirir poderes extraordinarios, con frecuencia son ca­minos secundarios que nos desvнan y no seсales de verdadera realizaciуn (por otro lado, cualquier camino que no cesa de avergonzarnos o juzgarnos tam­biйn estб desequilibrado).

En tercer lugar, їese camino nos anima a pensar por nuestra cuenta? El crecimiento nace del deseo de mirar con profundidad en nuestra naturaleza y en la naturaleza de la realidad. Las respuestas hechas de los gurъs o de las doctrinas rнgidas de cualquier tipo desalientan este proceso. Esas «respuestas» podrнan tranquilizar nuestra personalidad durante un tiempo, encubriendo nuestras ansiedades y heridas mбs profundas, pero sus limitaciones suelen quedar al descubierto cuando se presenta una verdadera crisis.

En realidad, la vida es la mejor maestra. Cualquier cosa que hagamos pue­de ser instructiva, ya sea el trabajo en la oficina, conversar con el cуnyuge o conducir el coche por la autopista. Si estamos presentes en nuestras experien­cias, las impresiones de nuestras actividades serбn frescas y vivas, y siempre aprenderemos algo nuevo de ellas. Pero si no estamos presentes, cada momen­to serб igual que todos los demбs y no nos tocarб nada de lo precioso de la vida.

Ningъn instrumento psicolуgico ni prбctica espiritual va bien a todo el mundo en todo momento. Nuestros diferentes estados y situaciones requie­ren opciones diferentes. A veces tendremos la mente y el corazуn tranquilos y nos serб fбcil la meditaciуn, la contemplaciуn o la visualizaciуn. Otras ve­ces estaremos cansados y no nos servirб hacer meditaciуn; en esas ocasiones podrнa ser mбs ъtil orar, recitar cбnticos o hacer meditaciуn caminando.

Probablemente el tipo al que pertenecemos tambiйn influirб en quй prбcticas nos atraerбn. Por ejemplo, los tipos retraнdos (Cuatro, Cinco y Nueve), que estбn desconectados de sus cuerpos, se beneficiarнan enorme­mente de la meditaciуn caminando, del yoga, de los estiramientos o incluso del jogging. Pero dado que prefieren prбcticas mбs sedentarias, las personas de estos tipos podrнan alegar que esos mйtodos no cuentan.

Para los tipos combativos (Tres, Siete y Ocho), conectar con sus corazo­nes mediante una meditaciуn de bondad amorosa y actos de caridad podrнa no corresponder con su idea de prбctica espiritual, pero les serнa valiosнsimo. De igual modo, estas personas orientadas a la acciуn podrнan pensar que la meditaciуn es «simplemente estar sentado sin hacer nada».

Los tipos sumisos (Uno, Dos y Seis) podrнan considerar que hacer un retiro de silencio o hacerse un masaje no es algo espiritual. Para estos tipos dirigidos por la conciencia, sentarse a hacer contemplaciуn les parece lo opuesto a estar debidamente ocupados en el bienestar de los demбs. Y, sin embargo, cualquier cosa hecha con atenciуn puede convertirse en la base de una prбctica espiritual si nos conecta con el cuerpo, nos acalla la mente y nos abre el corazуn. Las prбcticas y mйtodos que explicamos aquн nos sirven para equilibrarnos.

 

SIETE INSTRUMENTOS DE TRANSFORMACIУN

 

La libertad interior no la guнan nuestros esfuerzos; viene de ver lo que es verdadero.

BUDA

 

Conocerйis la verdad y la verdad os harб libres.

JESЪS DE NAZARET

 

Cuando a Miguel Бngel le preguntaron cуmo creaba una escultura, contestу que йsta ya estaba dentro del mбrmol. [...] Su trabajo, segъn lo veнa йl, consistнa en eliminar el exceso de mбrmol que rodeaba la creaciуn de Dios.

Lo mismo ocurre con nosotros. El yo perfecto no es algo que necesitemos crear, porque Dios ya lo creу. [...] Nuestro trabajo consiste en dejar que el Espнritu Santo elimine los pensamientos temerosos que rodean a nuestro yo perfecto.

MARIANNE WLLLIAMSON

 

Cada objeto manifiesta algo del poder de Alб. De estos objetos emanan su alegrнa o su ira, su amor o su magnificencia. Por eso nos sentimos atraнdos o rechazados. Estas manifestaciones son infinitas mientras exista el proceso de la creaciуn.

JEQUE TOSUN BAYRAK AL-JERRAHI AL-HALVETI

 

Si queremos usar el eneagrama en nuestro viaje de autodescubrimiento ne­cesitaremos algo mбs que informaciуn interesante sobre los nueve tipos. Este mapa del alma sуlo puede ser ъtil si lo combinamos con otros ingredientes esenciales. Con este fin, ofrecemos siete instrumentos que, segъn hemos des­cubierto, son indispensables para el viaje espiritual.

 

1. Buscar la verdad. Si nos interesa la transformaciуn, ningъn elemen­to es mбs importante que desarrollar el amor a la verdad. Buscar la verdad significa tener curiosidad por lo que ocurre dentro y fuera de nosotros, y no conformarnos con las respuestas automбticas que nos da nuestra personali­dad. Si nos observamos, veremos que muchas de las explicaciones de reper­torio que nos damos acerca de nuestro comportamiento o del de los demбs son una forma de resistencia. Son una manera de evitar ver en mбs profun­didad nuestro estado del momento. Por ejemplo, una de esas respuestas po­drнa ser «Estoy muy enfadado con mi padre», cuando la verdad mбs profun­da podrнa ser «En realidad lo quiero y deseo terriblemente su cariсo». Es posible que a la personalidad le resulte difнcil aceptar esos dos grados de ver­dad; a la persona podrнa llevarle un tiempo admitir que estб enfadada con su padre, y mбs tiempo aъn reconocer el amor que hay debajo de ese enfado.

Cuando aprendemos a aceptar lo que es verdadero en el momento pre­sente somos mбs capaces de aceptar lo que surge en nosotros, porque sabemos que eso no es nuestra totalidad. La verdad abarca tanto las reacciones de miedo como los recursos mayores de nuestra alma. Si bien las reacciones automбticas nos pueden desviar de la verdad, reconocer su presencia nos acerca a la verdad. Cuando estamos dispuestos a aceptar toda la verdad, sea cual sea, tenemos mбs recursos interiores para enfrentar lo que se nos presente.

 

2. No hacer. A veces el proceso de transformaciуn parece paradуjico porque hablamos de lucha y esfuerzo y tambiйn de permitir, aceptar y rela­jarse. La resoluciуn de estos aparentes opuestos estб en el concepto de «no hacer». Una vez que entendamos el «no hacer» veremos que el verdadero es­fuerzo es relajarnos en una conciencia mayor, de modo que podamos ver las ma­nifestaciones de nuestra personalidad. No actuando segъn nuestros impulsos automбticos ni reprimiйndolos comenzamos a entender quй los hace surgir (un ejemplo de esto lo encontramos en la historia de Don relatada en el Prу­logo). No actuar segъn los impulsos crea aberturas a travйs de las cuales vis­lumbramos lo que pretendemos realmente; esos atisbos suelen ser nuestras lecciones mбs importantes.

 

3. Disposiciуn a estar receptivos. Una de las principales funciones de la personalidad es separarnos de los diversos aspectos de nuestra verdadera na­turaleza. Nos limita nuestra experiencia de nosotros mismos obstaculizando la percepciуn de esas partes que no encajan bien en la imagen que tenemos de nosotros. Relajando el cuerpo, acallando el diбlogo mental y permitiendo que nuestro corazуn sea mбs sensible a nuestra situaciуn, nos abrimos a las cualidades y recursos interiores que nos ayudan a crecer.

Cada momento tiene la posibilidad de deleitarnos, de nutrirnos, de apo­yarnos, si estamos presentes para verlo. La vida es un regalo inmenso, pero la mayorнa no lo vemos porque estamos ocupados viendo una pelнcula mental de nuestra vida. Cuando aprendemos a confiar en el momento y a valorar nuestra percepciуn, aprendemos a desconectar el proyector interior de pelн­culas y comenzamos a vivir una vida mucho mбs interesante, aquella de la que en realidad somos actores.

 

4. Tener un buen apoyo. Cuanto mбs apoyo tengamos para nuestro tra­bajo interior mбs fбcil serб el proceso. Si vivimos o trabajamos en ambientes disfuncionales, el trabajo interior no es imposible pero sн mбs difнcil. Para la mayorнa no es tan fбcil dejar el trabajo o la familia, aъn en el caso de que ten­gamos dificultades en o con ellos, pero sн podemos buscar a otras personas que nos alienten y que actъen de testigos de nuestro crecimiento. Ademбs, podemos encontrar grupos, asistir a seminarios o talleres y ponernos en si­tuaciones que favorezcan nuestro desarrollo. Buscar apoyo tambiйn entraсa organizar nuestros dнas de forma que nos quede tiempo para las prбcticas que nos nutren el alma.

 

5. Aprender de todo. Una vez que nos hemos introducido en el proceso de transformaciуn, comprendemos que cualquier cosa que ocurra en el mo­mento presente es lo que necesitamos enfrentar o experimentar; y surja lo que surja en nuestro corazуn o nuestra mente es la materia prima para usar en nuestro crecimiento. Es muy comъn la tendencia a huir de lo que tene­mos en la imaginaciуn, aсadiendo romance o drama a nuestra situaciуn, jus­tificбndonos o incluso escapando hacia la «espiritualidad». Permanecer con nuestra verdadera experiencia de nosotros mismos y de la situaciуn nos en­seсarб exactamente lo que necesitamos saber para crecer.

 

6. Cultivar un amor verdadero por nosotros mismos. Muchas veces se ha dicho que no podemos amar a los demбs si no nos amamos a nosotros. Pero їquй significa eso? Normalmente pensamos que tiene algo que ver con la autoestima o con regalarnos golosinas emocionales para compensar nuestra sensaciуn de carencia o incapacidad. Es posible, pero un aspecto fundamen­tal de un amor maduro por nosotros mismos es ocuparnos lo suficiente de nuestro crecimiento para no huir del desagrado o dolor de nuestra situaciуn o condiciуn real. Hemos de amarnos lo suficiente para no abandonarnos, y nos abandonamos en la medida en que no estamos totalmente presentes en nuestra vida. Cuando nos quedamos atrapados en las preocupaciones, las fantasнas, las tensiones y las ansiedades, nos disociamos de nuestros cuerpo y sentimientos, y, en ъltimo tйrmino, de nuestra verdadera naturaleza.

El verdadero amor a nuestro yo supone una profunda aceptaciуn de no­sotros; entraсa volver a estar presentes en nosotros como realmente somos, sin intentar cambiar la experiencia. Tambiйn va bien buscar la compaснa de personas que posean cierto grado de esta cualidad.

 

7. Seguir una prбctica. La mayorнa de las enseсanzas espirituales acentъan la importancia de algъn tipo de prбctica, ya sea meditaciуn, oraciуn, yoga, re­lajaciуn o movimiento. Lo importante es reservarse un tiempo cada dнa para reestablecer una conexiуn mбs profunda con nuestra verdadera naturaleza. La prбctica regular (combinada con algъn tipo de enseсanza o grupo) nos sirve para recordar una y otra vez que estamos hipnotizados por nuestra personali­dad. La prбctica espiritual pone trabas a nuestros muy arraigados hбbitos y nos ofrece la oportunidad de despertar del trance con mбs frecuencia y durante pe­riodos mбs largos de tiempo. Finalmente comprendemos que cada vez que ha­cemos esa prбctica aprendemos algo nuevo y que cada vez que la descuidamos nos perdemos una oportunidad de que se transforme nuestra vida.

Un obstбculo importante para la prбctica regular es esperar que obten­dremos un resultado concreto. Lo curioso es que este obstбculo es mбs pro­blemбtico cuando hemos hecho un progreso importante en nuestra prбctica. La personalidad se apodera de ese progreso y desea recrearlo a su gusto; pero eso no es posible porque los avances sуlo ocurren cuando estamos totalmen­te receptivos al momento presente, mientras que esperar un cierto resultado nos distrae de esas experiencias. En este momento, el presente, es accesible un nuevo regalo o percepciуn, pero lo mбs probable es que no sea el que era accesible la semana pasada. Ademбs, la personalidad podrнa aprovechar ese progreso para justificar el abandono de la prбctica, diciendo: «ЎEstupendo! Has progresado, ya estбs "arreglado" y no necesitas seguir haciendo esto».

Junto con nuestra prбctica diaria, la vida nos ofrece muchas oportuni­dades para ver nuestra personalidad en acciуn y para dejar que intervenga nuestra naturaleza esencial y transforme nuestra personalidad. Pero no basta con pensar en la transformaciуn, hablar de ella o leer libros sobre ella. De­jarlo para despuйs es la gran defensa del ego. El ъnico momento para usar los instrumentos de transformaciуn es ahora, el momento presente.

 

ANDAR EL CAMINO
Si somos sinceros cuando seguimos un camino espiritual, cada dнa hemos de encarnar las ver­dades que entendemos, en realidad, en cada momento del dнa. Debemos aprender a «andar el camino» en todos los aspectos de nuestra vida. Pero їcуmo se hace esto? Como todos los demбs, estamos plagados de malos hбbitos, viejas heridas y conflictos no resueltos (sobre todo al comienzo de nuestro trabajo). La sola intenciуn de seguir un camino espiritual no cambiarб mucho las cosas. Debido a este problema, los maestros espirituales a lo largo de la historia han dado di­rectrices a sus seguidores. Buda recomendaba seguir lo que se llama el «noble уctuple sen­dero», que consiste en la prбctica del recto entendimiento, el recto pensamiento, la recta pa­labra, la recta acciуn, el recto vivir, la recta intenciуn, la recta atenciуn y la recta concentraciуn. Moisйs instituyу los diez mandamientos para ayudar al pueblo judнo a vivir conforme a la voluntad de Dios. Cristo mantuvo los diez mandamientos pero ademбs exigiу a sus seguidores que vivieran sus dos mandamientos principales: «Ama a Dios con todo el co­razуn y al prуjimo como a tн mismo». Puesto que el eneagrama no es confesional, no se ad­hiere a ningъn mandamiento teнsta ni estatuto йtico, pero queda la pregunta: «їQuй queremos decir cuando decimos que estamos en un camino espiritual?». En tu diario de trabajo interior explora quй significa para ti esta pregunta. їCuбl es tu «requisito diario mнnimo» para ser autйntico en tu trabajo espiritual? їCuбles son tus ideas personales sobre el tema? їQuй te exiges sinceramente? їA quй te comprometes cuando «andas el camino» de transformaciуn y liberaciуn humana?

 


Дата добавления: 2015-11-14; просмотров: 58 | Нарушение авторских прав


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